Corredores
jueves, marzo 25, 2010
Mi hija ya va dando sus primeros pasos en el mundo del atletismo, algo que me llena de orgullo. El pasado domingo, frente a rivales de mucha categoría, logró un muy meritorio tercer puesto en una carrera de 1.000 metros. Y eso que apenas entrena…
Yo dejé el atletismo de competición con apenas 17 años, porque no deseaba entranar cinco horas al día y porque, en algún momento, llegué a odiar el deporte a base de tanto machacarme. Por eso mismo no quiero agobiar a mi hija, pese a las fabulosas cualidades que posee como corredora.
Desde hace años vuelvo a disfrutar de correr. Lo hago por diversión, sin pretensiones (además, ya voy teniendo unos añitos), por esa sensación de libertad que me invade cuando me pongo las zapatilla y me pongo a quemar kilómetros. Me fijo retos de ambición medida, me mantengo en forma y lo paso muy bien. Mi próximo reto es el Maratón de Madrid, el próximo 25 de abril, y me he fijado un objetivo asequible a mis posibilidades: bajar de 3 horas y media. El pasado lunes hice el primer test serio, 24 kilómetros, y no estuvo nada mal: 1 h. 47´32´´
Mañana saldré a entrenar un ratito con María. Es sensacional poder practicar deporte juntos. Me encanta decir eso de que mi hija y yo somos corredores.