La Doble Vida de Verónica
miércoles, mayo 17, 2006
Me recordó mi hermana que no podía faltar un post de este film, entre mis 5 favoritos de todos los tiempos, y ahí va, como tenía que ser.
«La Doble Vida de Verónica» es la mejor película de un director genial, Krzysztof Kieslowski, conocido por la trilogía «Tres Colores», pero con una obra muy interesante a sus espaldas. Desgraciadamente con su pérdida se perdió también una forma de entender el cine que no se estila ya mucho: el poder de la imagen en conjugación con la música, la fuerza de los gestos, el lirismo en la fotografía…
Precisamente, Kieslowski alcanza el cénit de sus constantes con este film. No diré que sea una película sólo para intelectuales, pero sería estúpido por mi parte no señalar que no es una obra sencilla. Requiere de la complicidad y la participación activa del espectador. Los diálogos son escasos y lacónicos, porque la importancia está en la imagen y la interpretación que hacemos de la misma. Y pese a la carencia de diálogos, el guión es excepcional.
Si tuviera que destacar aspectos de la película comenzaría por las interpretaciones, sencillamente maravillosas. Irene Jacob, además de bellísima, logra transmitir todo el desconcierto y la desesperación contenida que requiere su papel. Seguiría con el guión, que juega a mostrarnos una serie de sentimientos a través de un curioso pretexto: todos podemos tener un doble en alguna parte. La dirección de cámara es sugestiva y majestuosa. Y concluiría, como no, con la fotografía: sobervia, poética, clásica, lírica… Esas imágenes viradas a sepia o rojo, según los momentos, esa escena del tren con una bolita de cristal o la de las marionetas… no hay adjetivos, porque la imagen supera a las palabras.
Dejo en otra galaxia la BSO de Preisner. Excepcional, increíble, magistral, de las mejores BSO que se hayan escrito nunca. No me canso de escucharla, no me canso de llorar con esa música compuesta por el dios Preisner, que bajó un ratito con los humanos para mostrarnos la divinidad del arte…
Algunos pensarán que exagero, que es una película menor, que tiene numerosos defectos, que es un poco larga o aburrida… Yo digo que me quedo corto ante un film que se coló en mi retina y que ya nunca ha abandonado mi memoria.
Sólo para amantes del Séptimo Arte, así, con mayúsculas.