Microrrelato ganador
lunes, julio 13, 2009
Tal y como os anunciaba ayer mismo, os adjunto el breve relato que ha merecido el tercer premio en el concurso organizado por El País:
Era como si nuestros sueños se estuvieran haciendo realidad. Nos alegramos al principio cuando misteriosamente se esfumaron los inmigrantes. Luego fueron desapareciendo, sucesivamente, nuestros adversarios políticos, los vecinos más molestos… Parecía que algún ser superior había atendido nuestras súplicas. La población de la ciudad se redujo drásticamente. Nos entristeció perder a Enrique, sólo porque aquella noche nos molestó el teclear constante de su vieja máquina de escribir. Ahora estoy aterrado. Ya no queda nadie más. Ayer perdí la mano derecha sólo porque, y de verdad que lo hice sin querer, la maldije por verter un poco de leche. Me he quedado solo, con una suerte de cuerpo en mudanza. Ya sólo puedo recordar a aquellos que una vez odié, y que ahora tanto echo de menos…