Spectrum
viernes, diciembre 30, 2005
En estos días de regalos, en los que los niños se vuelven locos de ilusión, vienen a mi memoria imágenes de hace más de 20 años. Fue en aquellos principios de mis adorados 80 cuando los reyes me trajeron uno de los regalos que más ilusión me ha hecho en mi vida: ¡¡un Spectrum plus!! Todo un odenador en mis manos. Porque el Spectrum no era una consola para jugar y nada más (aunque básicamente lo queríamos para eso), sino que guardaba en su interior un potente corazón de… 8 bits. Con mi Spectrum programé juegos de apuestas, de cartas, de carreras… pero también para hacer diagramas, dibujos complejos, cálculos matemáticos y hasta el cálculo aleatorio del PIB de pequeños países (este era en realidad un pequeño juego para mí). Este ordenadorcito era la monda. Podías piratear los juegos con un programita denominado «copión». Los juegos iban en cintas de cassette, y necesitabas de un magnetófono y más de cinco minutos de paciencia (además de soportar unos ruiditos estridentes) para poder cargarlos y jugar un ratito. Dichos juegos eran de los más sencillo, pero también de lo más adictivo. Casi cualquiera podía, con un poco de imaginación, y unos conocimientos básicos de programación, hacer sus pinitos. De aquellas época es el mejor videojuego español de la historia, y el más vendido hasta que llegó «Commandos» para PC, estoy hablando, por supuesto, de «La Abadía del Crimen», versión de «El Nombre de la Rosa» (que entonces estaba de moda por su versión cinematográfica). Pero quiero cerrar este pequeño homenaje hablando de la compañía de mis sueños en esos tiempos: Ultimate. Con juegos como Sabre Wulf, Jet Pac y, sobre todo, el genial Knight Lore, me tuvo pegado al televisor como un idiota durante semanas (aunque diga como un idiota, soy un defensor del videojuego como forma de desarrollar las capacidades intelectuales). Nunca podré olvidar aquellos tiempos, y los buenos ratos que pasé. Gracias a los emuladores todavía es posible recuperar aquellas joyas, super-aburridas para cualquier niño de hoy en día (lo cual es normal). FELIZ 2006 A TODOS.