Vivir
sábado, marzo 18, 2006
Sólo quise deslizarme,
nada más…
Tu voz ha dejado un viento de palabras,
que ha terminado doblando
todos los árboles de mis labios.
Sólo quise escribir,
nada más…
Me quedo contemplando un punto fijo,
hasta que mis pupilas se extinguen,
hasta que la mirada se agota.
Sólo quise sentirte,
nada más…
El tiempo se deshace en los charcos,
como las primeras risas,
y sus gritos los ahoga el agua.
Sólo quise vivir,
nada más…
Enrique Laso.
Madrid, marzo 2006.