Enya
jueves, abril 09, 2009
En 1988 salió un álbum que dejó maravillado a medio mundo. Se trataba de Watermark, que con fabulosas composiciones como Orinoco Flow o Storms in Africa cautivó a millones de personas. La sabia conjugación de New Age con reminiscencias de la música celta encumbró a Enya a lo más alto de las listas de venta.
A mí me resulta imposible disociar las melodías de Watermark de mi enamoramiento por Elena y el primer año de salir juntos, pues por aquella época estaba sonando en el tocadiscos a todas horas.
Enya sigue sacando discos de cuando en cuando (el último las pasadas navidades: una especie de conjunto de modernos villancicos), y buen ejemplo de que sigue en forma es el vídeo que he colgado. También es frecuente escuchar sus composiciones formando parte de la BSO de decenas de películas.