EL CASTILLO AMBULANTE
lunes, marzo 06, 2006
Ayer fui al cine a disfrutar con esta maravillosa película de Miyazaki («El Viaje de Chihiro», «La Princesa Mononoke», «Mi Vecino Totoro»…) y una vez más no me decepcionó.
Otro vez la magia sale de la pantalla para inundar los ojos y la imaginación. Fabuloso espectáculo creativo en el que el contraste de colores, la diversidad de y originalidad de sucesos, la sensacional música de piano orquestada… nos mantienen embutidos en el asiento durante cerca de dos horas casi sin parpadear.
Cuando la película acaba uno desea seguir en la sala, metido para siempre en ese sabio mundo de sueños que sólo el genio japonés ha sabido crear con tanto talento.
Lamentablemente sólo seis salas en Madrid la pasan (¡cómo será la cosa en el resto de España!). Y es que entre que son dibujos animados, que es japonesa, que no es sencilla de argumento, que por propia voluntad de los creadores no ha contado con campaña de marketing…
Mientra uno contempla este film quiere regresar a su infancia y quiere soñar. Y un poco ahí está parte del argumento (sueño/realidad, infancia/madurez…) El encantamiento al que está sometida Sofie es pura magia y pura metáfora. No desvelo más, porque realmente merece la pena ir al cine y disfrutar una y mil veces con la cinta.
NOTA: estoy muy contento porque, y esto sólo pasa muy de cuando en cuando, los Oscar le hayan hecho justicia a la maravillosa Crash, de la que hice ya un post en su momento.