La Vida es Sueño
miércoles, diciembre 14, 2005
A ver, no quiero sonar en absoluto a pesimista. Espero saber albergar un «algo» de positivo en este post, aunque quizá resultará complicado, porque la melancolía siempre está vinculada a la desazón por el presente y al temor al futuro.
Ayer soñé conmigo mismo cuando era niño, y esta mañana me he despertado con la sensación extraña de tener que ir corriendo a por el pan para luego no llegar tarde al colegio. He tardado en desprenderme de mi cuerpo de diez años durante un buen rato, y todavía me persigue el aliento de mi profesora de quinto, amenazándome con sacarme al pasillo: «Laso, deje usted ya de hablar!!»
En una extraña jugada mental he recuperado mi cerebro de hace 23 años (espero que no ande en 1982 suelto un niño con la mentalidad de un «hombre» de 33…) Tenía clara sólo una cosa en la vida: quería escribir, ser escritor, dedicarme sólo a eso, y alcanzar la gloria con mis cuentos y novelas (la poesía llegó en la adolescencia). Tengo hoy la impaciencia por crecer y demostrarle al mundo lo bueno que soy reuniendo palabras, mostrando sentimientos, agitando sucesos y manejando personajes a mi antojo. Tengo hoy la sensación cuando miro mis manos de que todo es posible. Tengo la certeza de que el futuro depende sólo de mí y de mis propios actos, como en 1982, cuando mi querida Real ganaba ligas de fútbol, cuando España organizaba un Mundial, cuando todavía teníamos el miedo en el cuerpo por la dictadura y un reciente intengo golpista, cuando nacía la esperanza por un PSOE todavía de pana, cuando mi hermanita (Patty) sólo tenía un añito y se me caía la baba cada tarde (se me sigue cayendo…), cuando Mecano era un grupo musical que sólo despuntaba, cuando me preguntaba cada noche cómo podía ser infinito el universo y empezaba a tener serias dudas acerca de la existencia de cualquier dios…
Hoy miro el futuro y me doy cuenta de que la vida es sueño (una vez más…) Recuerdo como si fuera ayer cuando quería ir enlazando las noches, para crear una vida paralela en la que cada sueño arrancase donde acabase el anterior, y todo, todo, todo fuera posible… como en los libros que ya comenzaba a escribir…
Me veo también como un niño solitario que leía libros de adultos y jugaba a crear planetas con países que tenían bolsa, cambio de divisas, tipos de interés… (sólo he conocido a una persona parecida a esa edad a mí, y acabó como acaban casi todos los adelantados… ya no está entre nosotros).
Y me veo leyendo una obra de teatro de Calderón, que me animó a leer otras muchas suyas, todas llenas de sabiduría y sentido común. «La Vida es Sueño». Y es que toda la vida es sueño, y los sueños… sueños son.